Los acanthocephalos son gusanos con espinas en la región cefálica (probóscide); psudocelomados, sin aparato digestivo ni circulatorio, con sexos separados, dimorfismo sexual presente. Son parásitos exclusivos del tracto digestivo. El cuerpo del acanthocephalo se divide en prosoma y tronco; en el prosoma se encuentra la probóscide y el cuello y en el tronco, que es la parte posterior. Se hayan los órganos reproductores. Se alimentan a través de su cutícula.
Su ciclo biológico puede ser el siguiente: los huevecillos salen con las heces fecales del hospedero definitivo, caen al agua y salen ingeridos por el hospedero intermediario (generalmente un artrópodo), los huevos maduros poseen en su interior una larva (acantor) parcialmente formada, que termina su desarrollo cuando el huevo es ingerido, abandona su cubierta para luego perforar la pared intestinal del huevo hospedador. El acantor es alargado, fusiforme de extremos agudos, armada de un rostelo con ganchos y cutícula corporal rugosa.
Una vez en el homocele del artrópodo, el acantor se transforma y se redondea, pierde el rostelo, ganchos y espinas para después desarrollar una probóscide rudimentaria con su correspondiente bolsa de la probóscide convirtiéndose así en una nueva fase larvaria: acantela.
La acantela va evolucionando y aparecen órganos propios del adulto; incluso gónadas que no son funcionales. Lo mas frecuente es que en ese momento se produzca un engrosamiento del tegumento y la larva se rodea de una membrana producida por el hospedero (Cistacanto). Esta fase es la forma inefectiva que posee la probóscide totalmente retraída; cuando el artrópodo es ingerido por un vertebrado susceptible, el cistacanto abandona su cubierta y extiende su probóscide, sujetándose al epitelio intestinal completando su desarrollo en en unos 6-12 meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario